Cambiar un colchón, en condiciones de uso normal, utilizándolo sólo en la jornada nocturna para el descanso y considerando que es un colchón fabricado con materiales de primera, puede ser necesario cada 10 años.
Cuando el uso es prolongado y excesivo, sin cuidados esenciales, el colchón va perdiendo sus propiedades.
Comienza a presentar algunos daños visibles y otros internos, que aunque no veamos, repercuten en las sensaciones de confort y adaptabilidad que ofrecen al cuerpo.
¿Cada cuánto cambiar el colchón?
Un colchón amerita cambiarse cuando ya no está cumpliendo la función utilitaria para la cual fue creado: descanso más horas de sueño profundo, tranquilo y reparador.
Un colchón puede conservar sus características y ofrecer sus beneficios, por largo tiempo, considerando 3 factores importantes:
- Los hábitos del usuario.
- Los cuidados que se le preste.
- La base sobre la cual descansa.
¿Cuál es la vida útil de un colchón?
La vida útil está asociada a múltiples factores, desde los materiales y tecnología utilizada en su fabricación, hasta la contextura y costumbres del durmiente.
Si el colchón es solo usado para dormir o si es usado para ver televisión, si es usado individual o en pareja, con niños o incluso con mascotas.
Según la empresa fabricante y según el modelo, puede tener una vida útil que oscila entre 8 y 12 años.
¿El tiempo de utilidad es el mismo para todos los colchones?
El tiempo de utilidad es variable.
Esta variabilidad está asociada a los materiales usados y a la trayectoria del fabricante del colchón.
La empresa debe ser reconocida tanto por su tecnología de fabricación como por la calidad de los materiales (espumas certificadas) y por los años de experiencia en la producción y venta de colchones..
Según el tipo de colchón, en cuanto a sus materiales, la vida útil es:
- Colchón viscoelástico: 8 años.
- Colchón de resortes: 10 años.
- Colchón híbrido: 10 años.
- Colchón látex: 12 años.
Otros factores que van a incidir en la utilidad del colchón son:
Uso del colchón:
Los casos donde el colchón no se use para lo que fue diseñado y creado.
Por ejemplo si se salta sobre él, o se pasa la mayor parte del día acostados o sentados, viendo televisión, trabajando en una laptop o incluso haciendo ejercicio físico o cualquier actividad no común, acortará su vida útil.
Edad del colchón:
Si es un colchón con tiempo de uso prolongado, ya comienza a mostrar defectos debido al desgaste de los materiales que lo componen.
Cuidados e higiene de los usuarios:
El colchón amerita cuidados simples, básicos como el uso de un protector para controlar la transpiración excesiva o el derrame de cualquier líquido corporal.
Además no sentarse o acostarse mojado sobre él, no regar comidas ni bebidas.
Girarlo o rotarlo y ventilar en caso de que lo especifiquen las instrucciones de uso.
Aparición de dolores en los punto de apoyo o en la espalda:
Cuando comienzan a repetirse episodios donde prevalezcan los dolores matutinos o incluso durante la noche, en la espalda, en las cervicales o en cualquiera de los puntos de apoyo, es señal de que el colchón ya no está cumpliendo su utilidad,
O que tal vez por un diagnóstico médico se requiera cambiar el tipo de colchón.
Aparición frecuente de alergias y asma:
Puede ser que se presenten episodios de alergia o asma sin motivo aparente. Sobre todo en la noche, durante el uso del colchón.
Lo más seguro ante esta situación es que el colchón tenga ácaros u otros microorganismos que están afectando la salud.
Insomnio:
Algún dolor o malestar te despierta y no vuelves a conciliar el sueño pese a cambiar de posición y a la mañana siguiente te sientes cansado para enfrentar las responsabilidades del día.
Es posible que ya el colchón no permita un sueño reparador y profundo por lo que puede aparecer estrés, cansancio y problemas de memoria durante la jornada diaria.
Factores que afectan la utilidad del colchón
La base o cama donde se apoyará:
La base del colchón sea box spring o cama es fundamental para resaltar las bondades del colchón. De ella depende su apoyo seguro y correcto para evitar las deformaciones.
Los accesorios del colchón:
El protector o funda previene que el colchón se manche o se moje porque su tela es impermeable.
También mantiene al colchón con apariencia compacta, agradable.
Las telas usadas en la fabricación del protector gozan de tratamiento antiácaros y antibacterias.
Las almohadas complementan el set perfecto para el descanso.
La selección de la almohada correcta dependerá totalmente de la postura que usualmente eliges para dormir, boca arriba, boca abajo o de lado.
El fin ideal de una almohada es mantener la columna alineada en diferentes posiciones.
Para prevenir dolores, especialmente en las cervicales y que pueden extenderse a lo largo de la columna o irradiarse hacia la cabeza.
Otro beneficio de una buena almohada es que contribuye a una mejor respiración y circulación sanguínea.
La lencería:
Juega un importante papel pues aparte de proteger el colchón, ofrece suavidad y frescura a todo el conjunto de la cama y accesorios.
Los cuidados:
Según los cuidados y recomendaciones del fabricante, es necesario, en algunos casos, rotar, girar y ventilar el colchón.
10 señales que te indican que debes cambiar el colchón
- Si presenta desniveles como bultos o huecos generando sensación de incomodidad durante el descanso, y si se hunde y no recupera su posición original.
- No consigues dormir a pesar del cansancio de la jornada o si por las mañanas te despiertas muy cansado. Ambos casos son una voz de alarma de que es necesario cambiar el colchón.
- Si al acostarse no consigues una posición para conciliar el sueño o si te despiertas con dolores de espalda como consecuencia de las superficies irregulares que dificultan el descanso de la columna en su posición natural.
- Cuando aparecen signos de alergia o problemas respiratorios recurrentes como asma cada vez que te acuestas es posible que el colchón con mucho tiempo de uso haya acumulado polvo, ácaros, bacterias, moho.
- Notas gran diferencia cuando duermes en otro colchón y te levantas descansado y satisfecho después de las horas de sueño.
- Ante cambios corporales como fluctuaciones considerables en el peso o por lesiones de salud que indiquen pasar mucho tiempo en cama.
- Cuando ya no cumple la independencia de lechos y el movimiento puede causar interrupciones durante las horas de sueño al acompañante.
- Si el colchón hace ruidos mientras lo usas (de resortes), significa que los resortes ya están vencidos y no están cumpliendo su función de soporte.
- Si presenta un desgaste significativo en el acabado superficial del colchón, mostrando tela rasgada o deshilachada.
- Cuando pierde la firmeza y se convierte en un colchón blando que provoca incomodidad a la columna durante su uso.
¿Cómo elegir un colchón nuevo?
Cuando has disfrutado de tu colchón por largo tiempo, pero ya presenta características en contra de tu ergonomía, ha llegado el tiempo de cambiarlo.
Otro motivo puede ser por renovación de la decoración interior de tu habitación o por motivos de salud.
Para tomar la decisión correcta es necesario revisar:
- Tu contextura, peso y posturas.
- Si el colchón es compartido.
- La temperatura (personas calurosas o friolentas).
- Otros factores externos como dimensiones de la habitación y del box spring.
Veamos los aspectos más relevantes para elegir el nuevo colchón:
Firmeza: el peso y dolores de espalda, serán las primeras consideraciones a la hora de tomar la decisión sobre la firmeza.
Los colchones duros ofrecen buen soporte y alineación para la columna.
Si la dureza llega a ser extrema puede causar presión en los puntos de apoyo.
Y si es muy blando puede provocar dolor de espalda porque el cuerpo se hunde y la columna pierde su posición natural.
Los colchones de firmeza intermedia son los más buscados para todo tipo de durmientes.
Materiales: en la fabricación del colchón intervienen espumas de diferente densidad. látex, memory foam y resortes.
En los acabados se usan telas mullidas con diferentes tratamientos antiácaros e hipoalergénicas.
Los colchones de resortes se consideran de larga vida, además gracias a esta tecnología, ofrecen mayor ventilación lo que se traduce en transpirabilidad y frescura.
Los de espuma son más cálidos, pero sus propiedades, en el caso de los viscoelásticos, son muy valoradas por ofrecer esa sensación de abrazo, adaptándose a la forma y peso del cuerpo.
Además disminuyen los puntos de presión y respetan la forma natural de la columna.
Al combinarse ambos materiales, resortes y memory foam, ofrecen un tipo de colchón que goza de excelente reputación en el mercado: el colchón híbrido.
Tamaño: tiene que ver en principio con el tamaño de la cama o box spring.
Las medidas del colchón deben coincidir con la base para tener un buen soporte y evitar deformaciones al colchón.
En el tamaño también influye la movilidad del durmiente.
Las personas que se mueven mucho durante las horas de sueño, necesitan un colchón más grande con espacio suficiente para estos movimientos.
Presupuesto: el precio tiene que ver con las posibilidades de tu presupuesto.
Es importante recordar que la compra de un colchón será una inversión para tu descanso, tu satisfacción y la garantía de un sueño reparador.
Algunos tips adicionales a tomar en cuenta:
- Leer las características y especificaciones de cada colchón. Sus posibles usos y recomendaciones sobre el mantenimiento y cuidado.
- Es posible revisar cuidadosamente toda esta información en la página web.
- Una vez seleccionado el colchón, darle importancia a las condiciones de la garantía, que está asociada a los defectos de fábrica.
- La política de envíos aunque para nada afecta la calidad del colchón, es un plus muy valorado por el cliente, así que es mejor informarse antes de realizar el pedido.
- Además se puede hacer seguimiento al pedido con el sistema de rastreo.
- Los métodos de pago que se ofrecen son variados y seguros.
- Escuchar y valorar las opiniones de otros usuarios.
Como entran en juego tantos factores externos y características intrínsecas del colchón, es recomendable comenzar la búsqueda con al menos 4 consideraciones:
- Firmeza.
- Tamaño.
- Peso, postura y compañía.
- Necesidades específicas (tratamientos y ventilación).
A medida que se van cubriendo esas primeras 4 expectativas, se pueden añadir otros criterios de búsqueda hasta conseguir el colchón adecuado a nuestras exigencias.
Como conclusión te mostramos los diferentes beneficios de renovar tu colchón:
- Permite entrar en fases de sueño profundo y reparador.
- Dormir bien es esencial para reducir el estrés.
- Evita dolores musculares y malestares de columna.
- Mejora la postura, eliminando puntos de apoyo.
- Ayuda a la circulación sanguínea durante las horas de descanso.
- Ofrece una mejor higiene del sueño al eliminar los alérgenos.
- Permite el relax y la armonía entre mente y cuerpo.
- Nos prepara para enfrentar el día con energía, concentración y proactividad.
- Un colchón nuevo es garantía de descanso y horas de sueño de calidad.
Comprar un colchón, adaptado a nuestras necesidades, es la manera perfecta de fomentar nuestra salud.