Encontrar la postura adecuada para dormir puede marcar la diferencia entre despertar con energía o levantarse con dolencias. Por tal razón, en este artículo, examinaremos las diferentes posiciones para dormir y cómo afectan estas a tu descanso; de esta manera, podrás considerar todas las opciones y elegir la que sea más adecuada para ti.
¿Cuál es la postura correcta para dormir?
Según los expertos, la posición ideal para dormir es aquella que permite una correcta alineación espinal, desde la cadera hasta la cabeza. Sin embargo, esta postura puede verse influenciada de acuerdo a las preferencias individuales o las condiciones de salud de la persona. Por tal motivo, te presentaremos algunas de las posiciones más comunes para descansar y los beneficios que pueden ofrecerte al dormir.
Postura boca arriba o de espalda
Los especialistas consideran esta posición como la más recomendada para dormir, ya que utiliza la fuerza de gravedad para distribuir de manera equitativa la presión en el cuerpo, lo que ayuda a prevenir dolores en el cuello, espalda, rodillas y cadera.
También esta se considera la mejor posición para evitar la formación de arrugas en la cara causadas por el contacto constante de la almohada con la piel.
No obstante, esta postura podría no ser favorable para personas que padecen de ronquidos o apnea del sueño, ya que permite que la lengua y la garganta obstruyan las vías respiratorias.
Además, puede ocasionar problemas de reflujo gástrico debido a la falta de elevación de la cabeza con respecto al estómago. Sin embargo, se puede solucionar este problema elevando la cabeza de 5 a 10 cm con una almohada.
Postura lateral o al costado
Esta es una de las posiciones para dormir más populares y una alternativa muy válida para dormir boca arriba, ya que no solo previene los típicos dolores de cuello y espalda, sino que también reduce la posibilidad de desarrollar problemas respiratorios y de acidez estomacal.
Del mismo modo, favorece la circulación al evitar la presión excesiva sobre los vasos sanguíneos, lo que resulta especialmente beneficioso para las mujeres que estén embarazadas y para las personas con enfermedades cardiovasculares.
Sin embargo, dormir de lado puede ocasionar dolores en los hombros y cadera. Además, existe la posibilidad de que el cuerpo se incline durante el descanso, lo que es perjudicial para tu espina dorsal, aunque estas condiciones pueden prevenirse al dormir sobre un colchón cómodo y utilizar una almohada entre las rodillas.
Postura boca abajo o de pecho
Esta es una de las posiciones para dormir menos recomendada por los especialistas, dado a que genera más impactos negativos que positivos para tu salud. Como ventaja, esta postura puede reducir los problemas de ronquido o apnea del sueño.
Sin embargo, para respirar las costillas deben trabajar más para contrarrestar la gravedad, lo que implica en un mayor gasto energético para el cuerpo y una sensación de agotamiento e incomodidad.
Otra desventaja es que al estar acostado en esta postura se genera una curvatura excesiva en la columna, lo que desencadena en dolores de espalda, al igual que también puede producir tensiones sobre el cuello y hombros por mantener la cabeza hacia un lado para poder respirar, lo que genera la molestia sobre estas áreas del cuerpo.
¿Cómo puede un colchón influir en la comodidad al dormir en diferentes posiciones?
Uno de los factores que juega un papel fundamental en la comodidad de tu colchón es su firmeza, y dependiendo de la posición que elijas al dormir puede favorecer o perjudicarte durante las horas de sueño.
Por tal motivo, es importante considerar este aspecto para tomar la decisión más acertada que te ayude a lograr un descanso placentero.
- Posición boca arriba: Si tiendes a dormir boca arriba, considerar un colchón firme o de firmeza media puede ser una opción favorable. Estos tipos de colchones proporcionan un soporte sólido y evitan que el cuerpo se hunda demasiado, lo que ayuda a mantener la espalda correctamente alineada y reduce la posibilidad de experimentar dolores o rigidez matutina sobre esta zona.
- Posición boca abajo: Dormir en esta posición resulta desafiante para el cuerpo, ya que se ejercen una presión adicional sobre el cuello y espalda, lo que impide alcanzar un descanso placentero. Para reducir estos efectos, los colchones de firmeza medio suave o medio firme pueden ser útiles, dado que brindan soporte adecuado para evitar que la columna vertebral se arquee de manera poco natural mientras que se permite que el cuerpo se hunda ligeramente en el colchón.
- Posición lateral: Para aquellos que acostumbran a dormir de lado, generalmente se considera los colchones de firmeza suave o medio suave como la opción más adecuada para esta posición. Esto se debe a que proporcionará un equilibrio adecuado entre soporte y comodidad, al permitir que los hombros y la cadera se relajen ligeramente sobre el colchón, lo que ayuda a aliviar la presión y alcanzar una postura más uniforme mientras se duerme.
- Posiciones varias: Para los durmientes que tienden a cambiar su postura regularmente durante las noches, un colchón firme o medio firme puede ser la opción ideal. Puesto que con este nivel de firmeza el cuerpo se mantiene ligero sobre la superficie del colchón para poder realizar los movimientos nocturnos con más facilidad, de modo que se evitan las interrupciones de sueño y se promueve un descanso profundo.
¿Cuáles son las características clave de un colchón para elegir la posición para dormir mejor?
A la hora de comprar un colchón, es importante analizar sus características con la finalidad de tomar la mejor decisión. En este sentido, te proporcionaremos una lista de las cualidades más importantes que debes tener en cuenta al adquirir un colchón:
- Firmeza: Este es un factor clave al momento de elegir un colchón, ya que tiene un impacto en tu nivel de comodidad y soporte mientras duermes. La firmeza ideal es aquella que te ofrece un descanso placentero y una correcta postura. Esta puede variar de acuerdo a tus preferencias personales para dormir.
- Soporte: El colchón debe ser capaz de distribuir el peso de forma uniforme y mantener la columna en una posición neutral, sin hundirse en exceso, ni ser demasiado rígido. Este equilibrio es crucial para asegurar un descanso saludable.
- Temperatura: En un colchón de buena calidad es vital que se mantenga una temperatura agradable para alcanzar la fase profunda del sueño y disfrutar del descanso óptimo. Si el colchón se calienta demasiado, puede generar incomodidad al durmiente y provocar interrupciones continuas del sueño.
- Ergonomía: Una superficie confortable es imprescindible para dormir con comodidad. Los colchones que brindan una buena ergonomía son aquellos que ayudan a aliviar la presión en áreas de tensión frecuente, como los hombros, las caderas, la espalda y las rodillas.
- Material: Los colchones se fabrican utilizando diferentes materiales, y cada uno ofrece beneficios únicos. Por ejemplo, la espuma viscoelástica se reconoce por su capacidad de adaptación y alivio de presión; el látex destaca por su durabilidad y transpirabilidad; mientras que los de resortes proporcionan un mayor grado de resistencia y soporte. Considerar estos detalles es relevante para seleccionar el material que mejor se ajuste a tus necesidades.
- Transferencia de movimiento: Si compartes la cama con alguien es valioso considerar este aspecto. Un colchón con buena absorción de movimiento minimizará las interrupciones cuando tu acompañante se mueva durante las noches, lo que te brindará un sueño más tranquilo.
- Tamaño adecuado: Un colchón apropiado debe ofrecerte la suficiente libertad para poder moverte y estirarte. Entre las dimensiones estándar se incluyen los colchones individuales, matrimoniales, queen y king.
Beneficios de un colchón para dormir mejor
Si al despertar experimentas dolores o notas la sensación de no haber descansado lo suficiente, es una señal de que tu colchón ya no está brindando la comodidad que necesitas. Invertir en un nuevo colchón puede traer numerosos beneficios a tu vida, entre los que destacamos:
- Proporcionar un ambiente de comodidad y soporte mientras duermes, lo cual es ideal para mantener una postura correcta durante la noche y evitar dolores o molestias al despertar.
- Contribuir a mejorar tu apariencia física, ya que estimula la circulación sanguínea y promueve la regeneración celular, lo cual resulta en una piel, cabello y ojos más hidratados y radiantes.
- Colaborar en la reducción del estrés al brindarte un mayor confort y relajación, lo que aumenta la probabilidad de despertar con una sensación renovada. Esto tiene un impacto positivo en tu estado de ánimo y bienestar en general.
- Ayudar a prevenir problemas de salud relacionados con el sueño, tales como dolores de espalda, cuello, hombros, caderas y articulaciones, al permitirte mantener una postura adecuada y reducir la presión en el cuerpo.
- Colaborar en la reducción de los síntomas de alergias, ya que algunos colchones están fabricados con materiales hipoalergénicos que evitan la acumulación de polvo y ácaros.