Es importante tener presente que hacemos uso de una tercera parte de nuestra vida acostados o recostados en la cama.
Asimismo, tener un colchón en mal estado o envejecido trae consigo noches que estropean nuestro ciclo de sueño, debido al polvo, bacterias, uso continuo y desgaste.
En consecuencia, para tener el descanso adecuado es conveniente limpiarlo cada cierto tiempo para mejorar las horas de sueño y despertarse con mayor energía cada mañana.
Pasos para limpiar un colchón
A medida que el colchón envejece, este problema se torna más molesto, debido a que los accidentes domésticos ocurren en todo momento, eso sin contar la sudoración excesiva por las noches calurosas o el polvo.
De igual manera son muchos los motivos que pueden tener un impacto en el deterioro de los colchones.
Lo más importante es hacerse de unos hábitos de higiene cotidianos para el saneamiento de nuestro colchón, de esta manera prevenimos todo tipo de humedad.
Dentro de los hábitos tenemos:
- Cambiar las sábanas sucias cada semana.
- Darle vuelta para evitar la humedad en el colchón.
- Airear la habitación cada mañana al despertarnos.
- Remover el polvo acumulado en el forro protector con una aspiradora.
- Lavar el protector de colchón al menos varias veces al año, dependiendo del estado en el que se encuentre.
Ahora bien, si lo que deseamos es eliminar manchas es fundamental que tengas en consideración el producto que vayas a emplear, dado que, los artículos para limpiar colchones sirven en función del tipo de mancha que desees remover.
Entre los más populares tenemos:
- Amoniaco: Limpiar el colchón con amoníaco resulta de gran provecho para eliminar las manchas, reducir malos olores y, sobre todo, eliminar virus y bacterias.
- Limón: Remedio casero que gracias a la acidez del limón es apropiado para eliminar manchas de orina, de sudor y otras.
- Bicarbonato: Útil para eliminar manchas difíciles como orina, de vino, entre otras, al ser aplicado se frota y se deja actuar durante un tiempo prudencial hasta que las marcas desaparezcan.
- Agua Oxigenada: Este producto resulta de gran utilidad para limpiar manchas de sangre sobre el colchón. Para ello, mezclamos agua oxigenada con agua en partes iguales y rociamos la mezcla sobre el colchón, se deja actuar unos minutos y se retira después con un paño limpio y húmedo.
¿Por qué limpiar tu colchón?
Hay varias razones por las que es importante limpiar tu colchón. En primer lugar, el colchón es un lugar donde pasamos muchas horas al día, y como tal, está expuesto a una gran cantidad de suciedad, sudor, células muertas de la piel y otros residuos.
Si no se limpia regularmente, estos residuos pueden acumularse y causar problemas de salud, como alergias, asma e infecciones.
En segundo lugar, los colchones pueden ser un caldo de cultivo para los ácaros del polvo. Los ácaros del polvo son pequeños insectos que se alimentan de piel humana muerta. Pueden causar alergias y asma en personas sensibles.
En tercer lugar, los colchones pueden absorber olores. Si tu colchón huele a sudor o a humedad, es importante limpiarlo para eliminar el olor.
A medida que pasa el tiempo, estos alérgenos, aceites corporales y las células muertas de la piel pueden producir afecciones en la piel, cuero cabelludo, enfermedades y malos olores en el aire.
Un colchón húmedo y sucio se convierte en un caldo de cultivo para el moho y los gérmenes, además de los detestables ácaros del polvo.
¿Cada cuánto tiempo debes limpiar tu colchón?
Se debe realizar semanalmente una limpieza superficial para remover el polvo y los ácaros, y una limpieza más profunda cada 6 meses cuando rotes o gires el colchón para evitar deformidades y que la suciedad se acumule en un solo lugar.
Limpieza superficial:
- Semanalmente aspira el colchón para retirar el polvo y evitar la proliferación de ácaros.
- Para una limpieza más eficiente, dispersa bicarbonato sódico por la base del colchón y restriégalo con un cepillo suave.
- Deja actuar el bicarbonato durante unos 10 minutos y aspira todo el excedente para remover los restos de ácaros y los malos olores del colchón.
- Si cuentas con tiempo y espacio suficiente, puedes ventilar el colchón durante 12 horas para eliminar la humedad que pueda provocar el sudor.
Limpieza profunda:
- Es recomendable realizar una limpieza profunda cada 6 meses, aprovechando así el momento en que rotes el colchón para evitar deformidades.
- Aspira el colchón
- Elabora una espuma limpiadora mezclando una cucharada de detergente para lavar la ropa en un litro de agua fría, y revuelve hasta crear espuma.
- Con una esponja suave, usa la espuma realizando movimientos circulares por todo el colchón, centrándose en las manchas.
- Seca por medio de un secar el colchón o si es posible déjalo secar al aire libre.
- Para concluir la limpieza, pasa la aspiradora de nuevo.
Consejos para cuidar tu colchón
Todo equipo cuyo propósito es el descanso tiene sus usos comunes para los cuales están diseñados y debemos limitarnos a ellos.
Por ende, para mantener todas sus propiedades de descanso y salud debemos seguir siempre las instrucciones de uso y mantenimiento.
- Abrir la ventana y dejar airear la habitación unos 30 minutos es suficiente.
- Hacer uso de una buena base la cual debe cubrir al menos el 60 % de la superficie del colchón. De nada servirá tener un buen colchón, si no disponemos de una base correcta, lo ideal es que tenga perforaciones o separaciones siendo así más transpirable.
- Proteger el colchón con una funda de tela lavable que lo mantendrá a salvo de las manchas y un protector anti-ácaros.
- Aspirar el colchón y la base de vez en cuando
- Voltear el colchón de acuerdo con las indicaciones del fabricante cada tres meses evita las deformaciones por diferencia de peso y presión.
- No se debe jugar saltando en él, ni sentarse en el borde de la cama o apoyar objetos de mucho peso o punzantes sobre el colchón.
- Si se desea trasladar, nunca debe enrollarse y no hay que olvidar que las asas están diseñadas únicamente para colocar el colchón sobre su base y no para soportar todo su peso, pues podrían romperse y rasgar la parte exterior del colchón.
- No pretendamos proteger el colchón nuevo con la funda de plástico con la que viene de fábrica u otra de parecidas, pues se logrará el efecto no deseado, el colchón no transpirará y la humedad lo estropeará, añadiendo a esto lo incómodo que resultará el descanso.
Por otra parte, llegado el momento del reemplazo, conviene reiterar que el colchón ha de renovarse completamente, es decir, un colchón nuevo sobre una base vieja difícilmente tendrá las propiedades de descanso para las cuales fue elaborado.
Asimismo, los colchones ni se heredan ni se transmiten, si ya no satisface las necesidades de descanso de uno tampoco satisfará las de otro, aunque éste sea más reciente o pese menos.
¿Cuál es el momento para cambiar de colchón?
Para saber cuándo hay que cambiar el colchón, se debe conocer el tiempo de vida útil de este tipo de productos.
En realidad, no todos los colchones tienen el mismo tiempo de duración. Sin embargo, por regla general, cualquier colchón de más de 10 años debe ser sustituido sin importar su calidad o costo.
Pasado este tiempo ya han perdido todas sus características para el descanso correcto. Debes tener en cuenta que sus componentes van perdiendo calidad y deteriorándose con el paso del tiempo.
Esto puede traer consigo severas consecuencias, ya que perjudica la calidad del sueño y, además, puede traer consecuencias negativas a la salud de nuestra espalda y articulaciones.
Dentro de los factores que pueden afectar la vida útil de un colchón, tenemos, primeramente, la calidad de los materiales, contar con un soporte en condiciones, así como una correcta higiene y limpieza para controlar la proliferación de ácaros.
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